Experiencias exitosas
Casi 50 millones de personas adultas han dejado el tabaco. Muchas de ellas enfrentaron temores y desafíos, como tú. Lee las historias de personas que decidieron dejar el tabaco y entérate de cómo son sus vidas ahora, libres del tabaco. Si ellas pueden hacerlo, ¡tú también puedes!
Agregando cariño y apoyo a la terapia para reemplazar la nicotina
Las terapias para reemplazar la nicotina (como la goma de mascar y los parches) funcionan mejor cuando se combinan con un plan y el apoyo de un asesor durante la trayectoria para dejar el tabaco. Aquí puede leer cómo Dorine utilizó varios tipos de ayuda para dejar el tabaco.
Aumentando la seguridad en sí misma para dejar el tabaco
Dejar el tabaco requiere fortaleza y creer en uno mismo. Aquí te mostramos cómo Marilyn encontró la seguridad en sí misma para dejarlo.
Recuperando el aliento
Fumar por mucho tiempo puede causar tos, la respiración con silbido y perder el aliento (entre otros síntomas). Estas fueron algunas de las razones principales por las cuales Mary decidió dejar el tabaco.
Parando de golpe no había funcionado
Dejar de consumir tabaco de golpe por cuenta propia ha funcionado para algunos, pero no para Shawn. Aquí puede leer cómo lo dejó con apoyo y estructura.
Luchando contra las recaídas para llegar a cuatro años libre del tabaco
Dejar el tabaco puede ser un proceso lleno de recaídas, o "tropiezos". Pero los tropiezos no indican el fracaso. Son parte natural de la trayectoria para liberarse del tabaco para siempre. Aquí puede leer sobre cómo Lisa aprendió a pasar por sus recaídas para llegar a un punto en el que no ha consumido tabaco por cuatro años.
Buenas personas me ayudaron a dejarlo
Dejé el tabaco con la ayuda de buenas personas, y este programa es una de las mejores cosas que he hecho.
Ayudando a mi familia para evitar la EPOC
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad seria y la tercera causa principal de muerte en Estados Unidos. Ocho de cada 10 personas que mueren por la EPOC fuman. Geri desarrolló EPCO y no quería que sus hijos también la tuvieran. Aquí compartimos cómo dejó ella de fumar para convertirse en un buen ejemplo.
Consintiéndome con mi salud
Consumir tabaco puede parecer como un placer que nos damos a nosotros mismos. Pero en realidad nos roba de nuestra salud. Aquí te contamos sobre cómo Marie cambió su manera de pensar sobre los cigarros y cómo se dio cuenta que el verdadero placer era vivir sin ellos.
Un buen Comienzo
Había fumado por cinco años, y ahora hace una semana que me liberé del tabaco.
Dejando el tabaco después de varios intentos
Dejé el tabaco por un par de semanas y luego volví a usarlo un par de días. Ahora no lo he usado por dos semanas. Me siento mejor y no pienso mirar hacia atrás.
Dejando el tabaco por mi bebé
Dejar el tabaco durante el embarazo y seguir sin consumirlo después de dar a luz puede ser realmente un desafío. Aquí te mostramos cómo lo hizo Jesi Marie.
Dejando el tabaco por la seguridad de mis nietos
Fumar alrededor de los niños hace que aumente su riesgo de contraer bronquitis, neumonía, ataques severos de asma, infecciones del odio y hasta que mueran por el síndrome de la muerte súbita del lactante. Lea cómo Betty dejó de fumar para poder estar más tiempo con sus nietos sin poner en riesgo su salud.
Dejando de fumar para evitar el cáncer
Fumar hace que la probabilidad de contraer o morir de cáncer de los pulmones aumente 15 a 30 veces más. La posibilidad de que quizás tenía cáncer de los pulmones motivó a Janet a dejar de fumar.
Dejando de fumar antes de una cirugía
Fumar hace que las personas que necesitan una cirugía corran un riesgo mayor de desarrollar complicaciones (como un ataque cardíaco, neumonía y trombosis venosa profunda (DVT, por sus siglas en inglés). Cuando se enteró de que tenía que operararse la cadera, Susan supo que había llegado el momento de dejar de fumar.
Dejando los cigarros con más que galletas
Muchas personas comen para evitar fumar. Pero Robert se dio cuenta de que hay otras formas más sanas para dejar los cigarros.
Negándome a rendirme
El fumador promedio debe intentar de 8 a 11 veces antes de dejar de fumar para siempre. Las recaídas pueden ser difíciles de evitar, pero hay ayuda disponible. Lea cómo April dejó finalmente los cigarros después de varios intentos.
Oliendo a rosas
El olor del cigarro realmente puede afectar a las personas que están a su alrededor. Lea cómo Penny se liberó del tabaco y de sus efectos indeseados.
Me liberé del cigarro después de más de 15 años
Empecé a fumar en la preparatoria en lugar de mascar tabaco.
Fumando desde mi adolescencia
Mientras más tiempo fume, más difícil puede ser dejar de hacerlo, pero es posible lograrlo. Aquí le mostramos cómo hizo Melissa para dejar de fumar después de 20 años.
Manteniendo la positividad
Solo han pasado 10 días desde que dejé el tabaco, pero me siento mucho más segura en este intento que en los otros que he tenido.
Con el sudor de mi frente
Decidí dejar de fumar el julio pasado (2017). Había estado fumando menos por un tiempo y un día decidí que no iba a comprar más cajetillas.
Intercambiando los cigarros por la escuela
Fumar le cuesta al fumador promedio en Estados Unidos más de $1 millón de dólares en el transcurso de su vida. Los cigarros le estaban costando su educación a Nick. Aquí nos cuenta cómo dejó de fumar para dedicarse a su sueño de retomar sus estudios.
Building The Confidence to quit with Marilyn
Dejar el tabaco requiere fortaleza y creer en uno mismo. Aquí te mostramos cómo Marilyn encontró la seguridad en sí misma para dejarlo.
Luchando contra los resbalones
Dejar el tabaco puede ser un proceso lleno de recaídas, o "tropiezos". Pero los tropiezos no indican el fracaso. Son parte natural de la trayectoria para liberarse del tabaco para siempre. Aquí puede leer sobre cómo Lisa aprendió a pasar por sus recaídas para llegar a un punto en el que no ha consumido tabaco por cuatro años.
Libre de humo después de más
Empecé a fumar en la preparatoria en lugar de mascar tabaco.
Múltiples intentos de dejar de fumar
Dejé el tabaco por un par de semanas y luego volví a usarlo un par de días. Ahora no lo he usado por dos semanas. Me siento mejor y no pienso mirar hacia atrás.